Recomendaciones para los directivos del siglo XXI


Después de 20 años de su primera publicación ¿Vale la pena luchar por la dirección escolar? (What's worth fighting for in the principalship?) se reeditó el 2008.

Algunas recomendaciones que nos ofrece Michael para el director del siglo XXI:

1. En primer lugar Desprivatiza la enseñanza. Nadie sabe lo que pasa cuando cierro la puerta de mi aula. El sagrario del salón de clases pocas veces se ha abierto a ojos externos. Ha llegado el momento de desprivatizar el salón de clase, para que sea abierto y no propiedad privada de una persona. Abierto otros docentes amigos, abierto a asesores, abierto a otras escuelas para poder intercambiar información y buenas prácticas.

2. En segundo lugar construir un modelo de liderazgo centrado en la enseñanza aprendizaje. Es algo muy difícil en la práctica. La mayoría de tomadores de decisión, desde el director a un ministro, se ven ahogados por las distracciones. Son pocos lo que logran tener una buena gestión sobre ellas y centrarse sobre la esencia y el sentido de todo el quehacer educativo: el aprendizaje.

3. Apunta a desarrollar ante todo una capacidad de construir centrada en resultados. Generar la explosión de todas las energías positivas en la escuela a manera de concierto en todo a resultados concretos. Generar nuevas habilidades, conocimientos y nuevas motivaciones para el cambio.

4. Desarrolla otros líderes. Se fue Anita o Juanita, y el colegio pierde unidad de propósito y rumbo, si no está ella o él retrocede y vivimos en el “eterno carrusel” escolar. Interesante frase acuñada por Andy Hargreaves para esta inestabilidad directiva y retroceso y avance continuo; subidas y bajadas sin fin. La solución el director o líderes tienen que en todo momento buscar desarrollar el liderazgo de todos y de cada persona.

5. Gestionar distractores. Si no ha desarrollado o tiene la seria intención de desarrollar dicha habilidad. Es poco lo que va a poder hacer en temas importantes. Va a vivir dentro de la urgencia y apagando incendios todo el día. Y el incendio es emocionante, pero no haces nada sostenible realmente. Porque lo muy importante no siempre es lo urgente.

6. Ser un líder sistémico. Es decir, comprender que el cambio sólo ocurrirá si se vive en constante contacto con los demás. Se debe pertenecer a redes o conjuntos de escuelas. Así mismo se debe de generar una mayor conexión con el órgano intermedio. Solo de esta manera se generará una sana presión desde abajo para apoyar el sistema

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