Los obstáculos para lo letrado

Quisiera compartir, con el permiso de María Estela un fragmento de un escrito suyo, mientras asesoraba una escuela.

Termina diciendo “continuamos con este tipo de estrategias para hacer que los niños “odien” el mundo letrado”, y que “las maestras de Educación Inicial sabemos que es una práctica cotidiana en las aulas de 5 años”, es decir nuestra educación inicial no se salva de la crisis que aqueja a los otros niveles. Si bien presentan ciertas características que los hacen menos conflictivo y dividido que un secundario. No se queda atrás en el rezago y desplazamiento de lo esencial que son los aprendizajes.

 

“En otro espacio en la escuela, acompaño a otra de las docentes del aula de 5 años y observo que está aplicando una “ficha sobre lectoescritura”. Los niños deben escribir algunas palabras debajo de las figuras (se supone que dichas palabras ya las han trabajado con los niños). Veo que los niños están muy dispersos, preguntando al compañero, preguntando a la docente, preguntándome a mí: ¿Cómo se escribe? ¿Me ayudas? ¿Tú sabes? ¿Cómo es? Recorren el aula tratando de buscar ayuda para poder terminar su “examen”. En esos momentos se me viene a la cabeza algunas lecturas sobre heteronomía y autonomía, complementadas éstas con algunas experiencias tenidas hace poco sobre el trabajo de propuestas diferentes y cómo los niños en este tipo de filosofía de trabajo son tan autónomos en su aprendizaje, no buscan al adulto para construir sus propias  teorías y muestran confianza y seguridad en sí mismos...

Intento ayudarlos en lo que quieren realizar, lo único que se me ocurre es acabar pronto con esa tortura y les digo qué letra es la que deben poner, pues finalmente lo que han “escrito”  hoy, mañana ya lo habrán olvidado. Debemos recordar que escribir no es copiar, ni codificar letras, escribir siempre será expresar, comunicar...

A la hora de la salida comparto momentos con la docente (temprano habíamos quedado en ir a una cabina de Internet a la hora de salida) sobre lo realizado. Muy sutilmente le sugiero que debe incorporar lecturas que le permita al niño y la niña familiarizarse con el mundo letrado, comprender lo que lee y generar la necesidad y el interés por querer escribir.

Me comenta que esa ficha es parte de la evaluación de salida que se aplica al finalizar el año escolar, me comenta algunas frustraciones que tiene, pues observa que sus niños no han “avanzado en este aspecto debido a que no hay apoyo en el hogar”. Lamentablemente continuamos con este tipo de estrategias para hacer que los niños “odien” el mundo letrado. Lamentablemente aún no hemos encontrado otras formas de enseñar y sé que esto ocurre no sólo con esta docente; por más que lo querramos ocultar, las maestras de Educación Inicial sabemos que es una práctica cotidiana en las aulas de 5 años.” (MEP)

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